TAKE A WALK ON THE WILD SIDE

Después de la millonésima vez (enésima, se dice) que ignoras todas las alarmas que se cruzan en tu camino, de repente, una, la más tonta y en el lugar más inesperado, te hace activar el interruptor. Siempre pasa. O no. La cuestión es que cuando te sientes confiado, hay alguien o algo, que activa ese interruptor y pone en marcha los electrones de alguna de esas neuronas que estaban tan plácidamente cómodas en la llamada zona de confort (un estado de comportamiento en el cual la persona opera en una condición de "ansiedad neutral", utilizando una serie de comportamientos para conseguir un nivel constante de rendimiento sin sentido del riesgo, dijo alguien, alguna vez).


O tal vez no, si tu zona de confort te hace sentirte bien, quizás sea arriesgado moverse, todo depende de cuan fuerte sea la intensidad con que se manejan esos electrones, si hablamos de fisiología. Si hablamos de psicología, ahí, amigo, el análisis se vuelve harto complicado...


"...it's hard to run when a coat hanger beats you on the thighs..." decía el genio (todavía lo recuerdo en el FIB 2004), pero hay que intentarlo...

Comentarios

Entradas populares