BIODIVERSIDAD vs JARDINERIA

El modelo económico del que se sustenta gran parte de nuestra zona, y del que no podemos huir es el turismo y su consecuencias en cuanto a la construcción de urbanizaciones. Durante años, las grandes superficies urbanizadas de nuestro litoral, se han realizado sin tener en cuenta las características propias de la zona, ni su climatología árida, con escasez hídrica, con un uso del suelo y recursos de agua inapropiados al clima de la zona. La consecuencia de este modelo, en cuanto al medio ambiente que nos rodea, es fácilmente visible a día de hoy: impermeabilización de terrenos, alteración de los procesos hidrológicos involucrados, pérdida de la capacidad de drenaje, reducción de la inflitración, procesos que son fundamentales para la recarga de los acuíferos. Estos procesos, provocan un aumento de la escorrentía superficial y una disminución de la evapotranspiración, al reemplazar la vegetación existente en las parcelas resultantes de la urbanización, por estructuras urbanas (aterrazamientos, introducción de jardineria y gravas que imponen el no crecimiento de "malas hierbas", sobre bases de plástico o cimentadas, etc). 

 


Estas situaciones, provocan la generación de un gran volumen de escorrentia y una disminución del tiempo de respuesta de las cuencas o cursos de evacuación de aguas naturales, a dicho volumen, de tal manera, que unidos a los efectos del cambio climático, cada vez más evidente, conducen a un aumento de la probabilidad de sobrecarga de las redes de saneamiento, y por ende, generación de inundaciones en sitios críticos del litoral, tal y como ha venido ocurriendo en los últimos años.

 

 

Es evidente que esta situación no es revertible, es decir, no podemos deshacer todo el sistema económico implantado ni tampoco podemos revertir esta tipologia de urbanizaciones de baja densidad, pero sí podemos contribuir a que los efectos de la climatologia asociada a nuestro entorno, del cambio climático y de las consecuencias de la masiva urbanización, sean menores de los que hasta ahora se han producido y/o se preveen que puedan suceder.
Por ejemplo, la jardinería que se ha venido realizando, con implantación de especies de vegetación atlántica, poco acorde con el clima mediterráneo y con grandes exigencias en cuanto a consumo de agua, y la cada vez mayor degeneración de las parcelas afectadas por la urbanización, provocan una disminución de la biodiversidad mediterránea, así como un apelmazamiento del terreno sobre el que se ubican este tipo de jardineria y construcciones, generando grandes esocrrentias que se unen a las ya generadas por las zonas asfaltadas de las urbanizaciones.
 
 

 
Ante tales problemas, técnicas aplicables en cuanto a la construcción de jardines, que ayuden a mantener la biodiversidad y evitar procesos de grandes escorrentias en las parcelas, deberían ir imponiéndose cada vez más en los nuevos diseños de jardines de aquellas zonas urbanizadas, y además, deberían ser impuestos por la administración a la hora de otorgar las respectivas licencias urbanísticas. Criterios como los siguientes, entiendo que pueden ayudar a mitigar los efectos de los problemas anteriormente expuestos:
 
    - Eliminación de la normativa por la que se permiten la realización de innumerables sótanos en las parcelas, que provocan la total destrucción de las mismas.
 
    Evitar en lo posible la realización de nuevos aterrazamientos, limitados exclusivamente a los imprescindibles para la nueva vivienda, dejando la parcela con su pendiente natural.
 
    - Respetar, proteger y ayudar a las aves que puedan visitar el jardín, proporcionándoles comida y agua, evitando la utilización de productos fitosanitarios así como la utilización de herbicidas (productos, cancerígenos la mayoría de ellos, que por otra parte, suelen ser estables en el medio, y son arrastrados por las aguas de lluvia, siendo posteriormente incorporados a nuestra cadena trófica).
 
    - Limitación en la medida de lo posible la utilización de pavimentos artificiales y de la utilización de grandes superficies de gravas con bases de plásticos para evitar la salida de "malas hierbas", que apelmazan el suelo sobre el que se ubican. Una gran proporción de suelo permeable en el jardín es un buen indicador de biodiversidad.
 

 
 
    - Plantar setos, ya que aportan alimento y zonas de reproducción para la fauna.
 
    - Utilización de plantas autóctonas, que requieren menos mantenimiento, y evitan la pérdida de biodiversidad de la zona, y la invasión de especies alóctonas, combinando flores ornamentales y silvestres, arbolado autóctono caducifolio y perennifolio, así como especies productoras de frutos.
 
    - Una alternativa al uso de abonos químicos es la instalación de una compostera, en la cual podamos reutilizar los restos de poda del jardín, para la realización de compost.


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